jueves, 7 de octubre de 2010

Vaya crack.


Bueno visto que por ahora somos incapaces de incorporar a un ala-pivot, pivot de garantias, creo que este va a ser el mejor fichaje de este año.

Es un autentico crack, y esta temporada lo va a demostrar.

HISTORIA DE UN GRUPO. CAPITULO 1. LOS COMIENZOS


Era el año 1991, y acababa de abandonar el pueblo donde me había criado, Lora del Rio, para mudarme a Sevilla, por motivos laborales de mi progenitor. Allí dejaba a mis amigos de la infancia, con los cuales había crecido, que me regalaron como despedida, (realmente no fue una despedida, porque a día de hoy seguimos estando juntos), unas calzonas boomerang que aún conservo y una camiseta con la caricatura de Kevin Mchale, jugador de mis adorados celtics. Contaba con la tierna edad de 16 años.

Una nueva vida comenzaba para mi, instituto nuevo, ciudad nueva, nuevas relaciones, en una etapa de mi vida, la adolescencia, que nunca es fácil para ninguna persona. Y aterrizaba en el instituto Antonio Machado, sito en la calle Arroyo, que es donde mi madre me había matriculado. Una de mis primeras preocupaciones era donde y con quien iba a practicar mi deporte amado, el baloncesto.

Había estado jugando en el equipo de baloncesto de Lora del Rio, durante dos años, donde ocupaba la posición de escolta, aunque de un año para otro había crecido diez centímetros, con lo que ya podía decirse que tenía cierta altura. En este punto, estaba perdido, quería jugar a baloncesto y no sabía cómo, así que únicamente podía acudir a un lugar donde poder jugar con alguien, y ese era el patio del instituto, y el momento temporal adecuado: los recreos.

Allí que iba yo con mi camiseta de Mchale, esperando que alguien me dejara jugar, y partiendo del hecho que mi timidez me impedía entrar como un elefante en una cacharerría. No obstante, me acerqué a un grupo de chavales que jugaban en el patio, haciendo acto de presencia, y un tipo moreno y con pinta de típico “masca” del instituto, comienza a hacer los equipos y me indica, “eh tu, majeil, conmigo”. Ese tipo se llamaba Jose, y de apellido Menaya, y en ese grupo de chicos se encontraba otro tipo que será fundamental en esta historia, y que se llamaba Juan Antonio Arispón.

Así, más o menos, ya tenía un grupo con el que jugar todos los días al basket, y disfrutar de ese deporte, con lo cual mis comienzos sevillanos se aclaraban un poco.

En el día a día del instituto siempre había tiempo para jugar al baloncesto en los recreos, y allí nos juntábamos unos cuantos, Menaya, Juani Arispón, Ivan Espejo, Bernardino, Jesús Berlanga, y muchos más de cuyos nombres no me acuerdo, con los que jugábamos las “pachangas”, de tres contra tres, cuatro contra cuatro, dos contra dos, lo que se diese. Allí comenzaron relaciones personales que a fecha de hoy aún perduran, y se iba creando una especie de complicidad entre los pertenecientes al mundillo del basket.

No obstante una iniciativa se desarrollaba en el centro, y era crear una liga interna del instituto donde los diferentes cursos se enfrentaban entre sí. No recuerdo quien la organizó, ni cual era la estructura de la competición, ni quién la ganó. Pero si recuerdo que yo formé equipo de la clase de tercero, (no recuerdo la letra), donde jugaba entre otros con dos chavales llamados Marcos y Rodrigo. El segundo era de mi clase, y el primero era su primo, y ambos tenían un buen nivel, lo que se consideraría como “jugones”. Se jugaban partidos entre las clases y ya eran partidos de cinco contra cinco a campo entero, algo más organizado que las pachangas, donde nos enfrentábamos unos a otros. La única experiencia negativa de esa liga, es que durante un partido, dejé mi camiseta de Mchale en un banquillo y cuando volví a recogerla alguien se la había llevado. Nunca sabrá, supongo, ni le importará, lo que me dolió que me robaran esa camiseta.

Como he referido anteriormente, no recuerdo como terminó aquella liga, ni lo que duró (malditos botellones!!!), pero sí que creo que su desarrollo potenció la idea en el centro de conformar algo más serio, un equipo que representara al instituto en las ligas municipales de Sevilla. Pero esa idea no se plasmaría hasta el curso 92/93…..