Corría el año 1994 y ya no pertenecía al instituto Antonio Machado, sino que era estudiante de la Universidad de Sevilla, en la facultad de Derecho, había terminado mi primer curso de la licenciatura, y me había ido bien, todo aprobado, tocaba acostarse tarde en el verano viendo los partidos del Mundial de futbol de EE:UU, siguiendo a la España de Clemente, y tocó sufrir con Luis Enrique, llorar con él, sangrar con él…..
También tocó sufrir con España en baloncesto, en el Mundobasket de Toronto, donde una remontada de China nos apartó de la lucha por las medallas, pero claro, estábamos ante una selección de transición hacia el futuro que comenzaría a brillar en 1999.
En cuanto a nosotros, ya habíamos asimilado nuestra exclusión del equipo del instituto, y no nos planteábamos formar un equipo de antiguos alumnos, dada la decepción por la falta de apoyo recibida. Eso sí, pretendíamos continuar compitiendo pues el gusanillo de la liga nos había entrado y ya no nos quería abandonar, de modo que decidimos formar un nuevo equipo, con los integrantes del núcleo expulsado, más miembros del equipo que aun continuaban en el instituto, pero que se sentían miembros de nuestro proyecto como Juan Antonio Arispón.
De modo que Menaya, Berlanga, Manolo Arispón, Juani Arispón y el que suscribe creamos un nuevo equipo, y el nombre tenía mucho que ver con nuestra historia, nos llamaríamos los Desheredados, también se unió a nosotros Jose Carlos miembro también del Antonio Machado, que jugaba de pívot, y Fali, otro amigo del instituto, ocasionalmente jugó algún partido aquella temporada, jugaba de base, aunque era más futbolero.
Pero el fichaje clave de la temporada era extranjero, venía de Lora del Rio, y era amigo mío de la infancia, que desde pequeños compartimos cancha y vivencias en dicho pueblo, Félix Viguera. Comentamos la posibilidad de unirse al equipo y jugar la liga de Sevilla, aunque por entonces todavía vivía en Lora, aceptó encantando y desde entonces ya nunca nos abandonó.
Por tanto ya teníamos una escuadra fija de unos 7 jugadores y empezamos la temporada 94/95 de los juegos deportivos municipales distrito Nervión-San Pablo. Como éramos jóvenes y estábamos físicamente en forma, podíamos disputar los partidos sin apenas banquillo, eso no importaba entonces.
Lo bueno es que nuestro sueño se cumplió, y nos pusieron como locales en el Pabellón de San Pablo, eso para nosotros fue la flipada del siglo.
Mi perjudicada memoria apenas recuerda partidos de ese año, y posiblemente hubiera más jugadores que se unieran a nuestro proyecto, pero no recuerdo si Daniel o el Zarza se apuntaron con nosotros. Lo único que recuerdo es que el equipo a batir era el Papadopulos All Star, que tenían un equipo alto, con un jugador que era bastante anotador, y creo que también jugaba un miembro de los Etílicos, que ahora está en Vacas Sagradas. Además también estaba San Agustín, siempre difícil, CB Nervión, Maverick, de los cuales algunos componentes formarían junto con ex miembros del Martinez Montañés, el equipo Basket San Pablo, con el que tuvimos una gran rivalidad, et etc. Aquel año no nos clasificamos para la siguiente fase, pues ganábamos muchos partidos, pero no éramos capaces de superar a los favoritos, aun así, volvimos a disfrutar del basket a nuestra manera, y sin que nadie nos pudiera echar de ningún sitio.
La temporada 95/96 fue similar. Aquel año se unía al equipo un chaval de Cáceres que Juani había conocido en el instituto, pues se había trasladado a Sevilla. Creo que se llamaba Jorge, y jugaba de base/escolta, muy fuerte, con capacidad de salto, ahora me recuerda a Carlos Cabezas. El caso es que es fue nuestro fichaje para aquel año, manteniendo básicamente el mismo bloque. Tampoco conseguimos clasificarnos esa temporada, y no pudimos ganarle a Papadopoulos All Star, con aquella lesión en el dedo de Félix. Pero para ser sinceros, no sabíamos ni de lejos que es lo que venía después, ni nos importaba. Disfrutábamos del basket a tope, a jugar, a meter puntos, a correr, como cuando Juani se apostó con un colega que si anotaba más de un determinado número importante de puntos, el otro le tenía que invitar a una pizza. No nos dijo nada, y el cabrón no hacía nada más que tirarse tiros sin pasarla, no entendíamos nada!!!!, al final ganó la apuesta y nos lo comentó.
También recuerdo que Félix tenía que venir en tren desde Lora, y jugábamos los domingos por la mañana!!!, allí lo esperaba Berlanga con su furgoneta y lo llevaba al pabellón de San Pablo, luego Berlanga nos dejaba a los dos en la estación y yo me quedaba rajando con el hasta que salía el tren, que tiempos!!!.
Pero el equipo era la leche, Juani dirigía desde el puesto de base, con sus penetraciones suicidas a canasta, que combinaba con tiros exteriores, el Master repartía estopa a diestro y siniestro, prometiendo siempre al árbitro que no había tocado al rival, e imponiendo respeto, Berlanga asesinaba desde la larga distancia, siendo un crack en el corte por la zona, Félix mandaba en el poste bajo, aportando una gran producción de puntos, Menaya era el dueño y señor de la zona, tanto en la anotación, como en el rebote y la defensa, y yo hacía un poco de todo en la labor de complemento, con mi tirito de media distancia.
Aquella temporada terminó con el mismo resultado que la anterior, y decidimos tomarnos un respiro, no habría equipo para el año siguiente, realmente no sé cuando lo decidimos, pero así fue, y aquella pausa duró dos años, donde perdimos un poco el contacto, ¿se había terminado la saga?, ¿Qué pasaría?
