viernes, 29 de octubre de 2010

HISTORIA DE UN GRUPO. CAPITULO 3.- ¿EL FINAL……?


En septiembre de 1993, tuve que examinarme de la selectividad, pues había finalizado mi ciclo en el instituto, y me aventuraba a un mundo desconocido…., el mundo universitario. Con las espadas en todo lo alto, ya había indicado mis opciones preferidas para cursar estudios, y solo estaría al resultado de la calificación final. Finalmente comencé a estudiar la carrera de Derecho, donde conocería a un futuro miembro del equipo, con el que trabé una gran amistad que todavía perdura, y que aún tardaría unas temporadas en sumarse a nuestro proyecto.
A todo esto, el instituto quedaba atrás, y así como yo, otros muchos, Menaya, Berlanga, Manolo Arispón, Jorge, dejaban el Antonio Machado tras haber completado el ciclo, con las repercusiones que ello tuviera para el proyecto formado un año antes. Pero no estaba en nuestra mente dejar atrás el equipo de basket, y tras conversar con el entrenador una vez comenzado el nuevo curso, convenimos en que si no se completaban las fichas con gente del instituto, nosotros podríamos jugar a pesar de no pertenecer ya al centro.
Y eso es lo que ocurrió, parecía que nadie estaba interesado en ocupar nuestro lugar, y prácticamente la misma gente del año pasado se había presentado para conformar la escuadra, por lo que con la suma de los salientes, ya teníamos conformado nuevamente la plantilla del Antonio Machado, para la temporada 93/94 de los Juegos Deportivos Municipales de Sevilla, categoría sénior de baloncesto.
Quizás no era una idea o propósito nuestro, pero ese año lo teníamos todo para llegar lejos, calidad, juventud, fuerza, una cancha difícil, queríamos demostrar que al anterior temporada había servido para conocernos, compenetrarnos y que en ésta íbamos a tope, y a por ello fuimos, completando un balance de 7 victorias y una derrota hasta que ocurrió lo que ocurrió.
Recuerdo el primer partido de la temporada contra el Claret, donde jugaba un tal Javier Gancedo, actual experto en Euroliga, y colaborador de ACB, etc., entre otros, en nuestra cancha del instituto donde recibíamos al equipo de ese colegio, junto con una expedición de padres, familiares etc con cámaras de video para presenciar una abultada victoria a nuestro favor por una veintena de puntos aproximadamente, dejando claras nuestras credenciales sobre la cancha, un tiro exterior potente, con dos excelsos tiradores como Berlanga y Juani (aunque entonces era más penetrador), y un descomunal Menaya que siempre hacía dobles dígitos en puntos y rebotes, haciéndose amo y señor del juego interior. Luego aprovechábamos los complicados tableros de la canasta que escupían numerosos intentos rivales excepto a los que tuvieran cogido el truquillo, es decir, nosotros.
Batimos ese año al Martinez Montañés, que nos había ganado el año anterior con cuatro jugadores, y a otros equipos que ahora no recuerdo, y únicamente perdimos con San Agustín, en su cancha, y de dos puntos, en un partido que recuerdo muy disputado, y de gran anotación, con la polémica de una técnica a Juani que nos costaría dos tiros libres anotados. No le sentó muy bien eso al entrenador, pero…..éramos chavales con sangre en las venas!!!!.
El caso es que la trayectoria de ese año iba como la seda. Decir que al menos yo no sabía cómo se conformaba la liga, qué fases tenía, nosotros entonces no llevábamos los calendarios, ni sabíamos del comité de competición, etc., eso lo hacía el entrenador. El que nos hubiéramos clasificado para una siguiente fase es una suposición mía, porque no sé cómo funcionaba entonces el sistema. Pero si que íbamos primeros de nuestro grupo o distrito recuerdo haberlo escuchado al entrenador. El caso es que toda esa alegría duró hasta que durante un partido contra no recuerdo quien, Jorge se lesiona, creo que en un dedo, y acudió al seguro médico de la liga, y eso sacó a la luz una cuestión que nosotros desconocíamos.
Lo que ocurrió es que algo no se había hecho correctamente. Como indiqué al principio nosotros le indicamos al entrenador que si nadie se apuntaba para completar el equipo, que nos apuntara a nosotros, y así se hizo, pero el caso es que quizás nosotros sin pertenecer al centro, no podíamos estar allí, porque de repente de los responsables de deportes del instituto se nos comunicó que no podíamos seguir en el equipo, se nos dijo incluso que había padres de alumnos que jugaban en el equipo que se habían quejado de que nosotros le quitábamos tiempo de juego a los que si eran alumnos, y que teníamos que abandonar el grupo, en dos palabras… nos echaban. Tengo en mi mente la conversación mantenida con una de las profesoras de gimnasia del instituto, que me decía que hiciésemos un equipo de antiguos alumnos, pero que en el equipo del centro no podíamos estar. El entrenador no pudo hacer nada, posiblemente nos incluyó sin informar al centro, o al también le dejaron con el culo al aire, no lo sé, en su momento nos cabreamos bastante con él, nos sentimos traicionados, pero él no tuvo la culpa, seguramente todos obramos con buena fe, lo que queríamos era jugar al basket.
De modo que nos perdimos prácticamente la segunda vuelta, el equipo se completó con gente que en su momento no había mostrado interés por estar, pero que ahora si entraron, pero el equipo ya no era el mismo, ya no estaba tan compenetrado y trabajado, y aunque no sé como quedaron porque la rabieta nos impedía seguirles, se que perdieron muchos partidos con posterioridad. Además nos quedamos sin poder jugar un partido que se iba a disputar en la cancha sótano de San Pablo, con el parqué del antiguo Caja San Fernando. Fíjate, ahora entrenamos allí, pero entonces para nosotros era una flipada. Acudimos a ver a nuestros excompañeros jugar, con una envidia enorme…..
Por tanto a mitad de temporada nos quedamos sin equipo, parecía que todo había terminado, cada uno volvía a sus quehaceres, a las pachanguitas de turno, a la ausencia de competición, con un poso amargo, y con una incertidumbre, ¿qué haríamos ahora?.

martes, 26 de octubre de 2010

IGUALMENTE COMIENZAN LOS JUEGOS DEPORTIVOS MUNICIPALES

Pero tambien comienza un espectáculo, no mucho menor al anteriormente comentado, je je, el de la competición de Basket de los Juegos Deportivos Municipales de Sevilla, donde veremos quienes son los equipos que ascienden a primera, y si Plantipark será capaz de hacer el "repeat", en Primera División.

De momento ya hemos observado, que Tran Tran Team, ha caido en un grupo caliente, con viejos conocidos, por lo que podemos augurar que la temporada será divertida y dura, así que tendremos que competir con toda nuestra fuerza, para volver a repetir al menos la posición de las dos ultimas temporadas, e intentar ascender este año a la tan ansiada Primera División.

Tran Tran.......TEAM!!!!

COMIENZA LA NBA



En la madrugada del martes al miercoles, en España, y hoy mismo en los USA, comienza la temporada 10/11 de la NBA, con un interesantisimo Boston-Miami, con el debut del temido Big Three de los Heat compuesto por Wade, James y Bosh.

Pero yo espero que este año, sea la redición del enfrentamiento de la temporada pasada entre los orgullosos verdes y la fiebre amarilla, que a mi juicio, presentan las dos plantillas mas compensadas del campeonato, y que ojalá se encuentren de nuevo en las finales, para ofrecernos el gran espectaculo que se vió en las últimas.

Que comience el espectaculo!!!!

lunes, 18 de octubre de 2010

HISTORIA DE UN GRUPO. CAPITULO 2. LA CREACION


El año 1992 fue importante para el país y para el deporte, y especialmente para Sevilla, pues la celebración de la Exposición universal en nuestra ciudad, hizo que la misma comenzara a crecer a una velocidad de vértigo, dotándose de unas infraestructuras importantes, como el tren de alta velocidad, lástima que dicho crecimiento no fuera aprovechado todo lo deseable que hubiera sido, pero esa es mi opinión, y efectivamente, es otra historia….

Del mismo modo, se celebraron las olimpiadas de Barcelona, que constituyeron también un despegue en el deporte español, aunque también en mi opinión, el asunto quedó a medias. Dichas olimpiadas nos trajeron al Dream Team de baloncesto, el único e inigualable conjunto de estrellas míticas, que jugaron como un autentico equipo. Como contrapunto, nuestra selección de baloncesto se estrelló de forma espectacular, recordemos el famoso “angolazo”, de los cuales sería participe uno de nuestros mitos nacionales, y mío en particular, un tal Juan Antonio San Epifanio, “Super Epi”.

Pero ese año 1992, no solo significaría para el baloncesto los sucesos comentados, sino que constituiría el nacimiento de algo que uno no podría pensar que podría durar hasta nuestros días. Quizás, ni siquiera a nivel local tendría importancia, a nivel regional resulta insignificante, y nivel nacional y mundial, no digamos, poco menos que una partícula diminuta. Pero para mí, y para un conjunto de personas, si significó y significa mucho. Era el comienzo de algo que perdura todavía en nuestros corazones, un ente que siempre se denominaría “el equipo”, bajo el amparo de muchos nombres, un conjunto de experiencias vitales todas ellas construidas alrededor de un deporte excepcional, el baloncesto.

No quiero ponerme místico. Aquel año comenzaba mi último año en el Antonio Machado. Me encontraba ya plenamente integrado en la ciudad y en el centro, y creo que fue un aviso en el tablón de anuncios, que me llamó la atención y que mencionaba la iniciativa de creación de un equipo de baloncesto del instituto, lo que me hizo presentarme en el lugar y a la hora indicadas, junto con otros chicos a los que igualmente les había llamado la atención dicha convocatoria.

Evidentemente allí estaban muchos de aquellos con los que había compartido los ratos en los recreos jugando al basket, y como mi memoria es torpe y no me cansaré de repetirlo, sería complicado recitar sin fallo a todos los que acudieron, pero si me acuerdo de los que conformaríamos el equipo ese año, algunos de ellos por sus nombres, y a otros, y ruego que me perdonen si leen esto, por sus motes.

Allí estaban o conformarían ese equipo, Menaya, Juani Arispón, su hermano y compañero mío de algunas clases, Manolo Arispón alias “Master” (por Master of puppets de Metálica), Jesús Berlanga, el Zarza, Jorge, Ivan Espejo, Pepe, nuestro querido Kurtinaitis, el Vomito, El Pajas, Jose Carlos, Fali y Danielo. Ah, y un servidor claro, Enrique Aguilar, alias “Majei”. Algunos jugarían todos los partidos, otros algunos menos, pero todos fueron protagonistas de la primera temporada de este equipo, que iba a inscribirse en los Juegos deportivos municipales para competir en la categoría senior. Me pregunto por qué la senior, si muchos de nosotros no teníamos todavía los 18 años, pero sé que nos enfrentamos a equipos con tipos que eran mayores de edad, así que debió ser esa categoría con seguridad.

Todo ello estaba organizado por el instituto, y al mando del proyecto, se encontraba un universitario que estudiaba creo que educación física, y si no recuerdo mal, su presencia pertenecía a un programa en el cual, alumnos de universidad se ocupaban de entrenar equipos de instituto. Creo que con ese patrón, también se constituyó el equipo de voleibol. No recuerdo el nombre del “coach”, aunque si se que le pusimos un mote, no recuerdo quien se lo puso, “el lepa”. No me pregunten el por qué, el que se acuerde que lo comente.

Así que así comenzamos la temporada 92/93, bajo el nombre, está claro, de IS Antonio Machado. Entrenaríamos los martes y los jueves, creo que de 16:30 a 18:30 (Recuerdo que en el año 1993, que hubo sequia en la ciudad y restricciones, teníamos que salir antes de los entrenos para poder ducharnos, pues cortaban el agua a las 19:00 horas), bajo el mando de nuestro entrenador, y para mi, era la vuelta a la pertenencia a un equipo, a disfrutar del baloncesto a nivel competición. En el pueblo entrenábamos todos los días, y jugábamos a nivel provincial, pero esto era para mí agua bendita.

Necesitabamos equipación y habia que costearla, asi que uno de los miembros del equipo, Jorge, se ofreció a través de su padre, para patrocinar dichas camisetas, poniendo la publicidad de su tienda, "Calafate". Todavia conservo la camiseta, de color verde. La nota discordante la puso Juani, que se negó a portar publicidad en su pecho, y cubrió la publicidad con una tela blanca (podeis verlo en la foto). La cara que puso Jorge al verle llegar fue espectacular. Aun la recuerdo, tras tantos años.

El caso es que allí empezamos a conocernos un poco mejor, y fortalecimos muchas relaciones que perduran hasta hoy. El quinteto inicial que repetiría tantos partidos lo formaban, los hermanos Arispón, en los puestos de 1 y 2, un servidor en el puesto de 3, Jesus Berlanga, en el puesto de 4, pero de cuatro moderno abierto con su gran tiro de tres, y Jose Menaya sería nuestro pívot dominador de la zona. Cuando Pepe, nuestro “George Gervin” particular, aparecía, su clase y calidad le daban titularidad indiscutible, pero no era asiduo al 100%. El zarza era un alero alto con su característico tiro a media vuelta, y sus pesas en los tobillos para fortalecer el salto. Jose Carlos un pivot grande y eficaz. Ivan espejo, un dos con mucho salto y espectacular. Fali un buen base con buena visión de juego, aunque era más futbolero. Kurtinaitis, con su tirito de media distancia. Danielo con un voluntad a prueba de bombas, etc etc.

Ese año no recuerdo como quedamos en la temporada, no nos clasificamos para la siguiente fase , y tuvimos quizás las mismas victorias que derrotas. En casa solíamos ganar, porque nos hacíamos fuertes gracias a que los tableros eran muy especiales y había que tenerles cogidos el truco para anotar a tabla, y el equipo tenía calidad, tanto exterior como interior. Pero todavía no estábamos engrasados. Como anécdota especial hay que destacar el primer partido que jugamos contra Martinez Montañés (en el cual estaban todos los que luego formarían parte de Basket San Pablo). El equipo contrario se presentó con cuatro, y le comentan al entrenador que ellos juegan con cuatro, que no les tengamos por no presentados. El entrenador accede, tras consultarlo con nosotros, y decide poner un “quinteto sorpresa”, formado por suplentes, quizás confiado en ganar fácil. El caso es que cuando quiere reaccionar, y pese a la introducción de los titulares, ya es demasiado tarde para remontar. El Martinez Montañés termina con victoria, pudiendo incluso un solo jugador con toda la defensa. Recuerdo la cantidad de puntos desde el mismo sitio que nos metió uno de sus jugadores, al que cariñosamente llamamos desde entonces “Metalica”, por que apareció con una camiseta de dicho grupo para jugar.

También recuerdo el partido con el Caja Pescao, que tenía un pívot de dos metros, bastante intimidador, con el que Menaya las tuvo tiesas, con un enfrentamiento que afortunadamente (para Menaya), no fue a más. De ese partido se hizo una crónica en el periódico del instituto, que está colgada en el blog.

Igualmente ese año comenzó nuestra rivalidad histórica con San Agustín, equipo que entonces tenía una serie de jugadores mayores (al menos lo eran para nosotros), que jugaban de una manera increíble, corriendo el contraataque de forma fulgurante, bien dirigidos por su base, Mario se llamaba, de enorme calidad y que en su cancha se hacían imbatibles. Durante los primeros años, solo una vez los tuvimos contra las cuerdas, perdimos de dos, y en su cancha, en uno de los mejores partidos que recuerdo que hicimos. El resto de enfrentamientos se saldaban con palizas a su favor, sobre todo en su cancha.

Como nota histórica, aquel año ganamos nuestro primer título, el cual se muestra en la foto que encabeza el artículo. Era un torneo entre centros que se jugaba en nuestra cancha durante la semana cultural. Participaron el Isbilya, San Pablo, Joaquin Turina y nosotros. Las semis fueron Antonio Machado-Joaquin Turina, y San Pablo-Isbilya.

En Joaquin Turina, jugaba un chico que entonces era canterano del Caja San Fernando y tenía cierta fama, y era un equipo bastante bueno, pero nosotros teníamos un equipo sólido más Pepe (un supercrack que nunca le dio importancia al basket), Menaya, el rey del rebote, y sobre todo a un excepcional Berlanga, que nos metería en la final con un triple en los últimos segundos, que manita. Hilo de seda le llaman.

En la otra semifinal, con un servidor de mesa, se metía el Isbilya. En San Pablo, jugaba un tal Enrique, que sería el base del posterior Basket San Pablo , junto con los miembros del Martinez Montañés, equipo con el que también tendríamos una rivalidad épica, y de Maverick, un equipo que tampoco duró mucho.

En la final, creo que nos fuimos a una prórroga, pero finalmente ganamos ante un equipo que termino con cuatro jugadores, por las faltas. Como anécdota famosa, está la tijera que desde el suelo le hizo Fali al base rival, cuando cayó tras previo empujón de éste. El sonido a un coco roto, que hizo la cabeza al impactar el suelo, nos hizo temer lo peor. Pero finalmente no pasó nada. Entonces lo que pasaba en el campo, se quedaba en el campo. La celebración del título fue famosa, con Juani Arispon al mando del micrófono ante un eufórico director del instituto.

Ese fue el balance. Primer año, primer título, todos nos estábamos conociendo, tanto personal como baloncestísticamente, habíamos ganado nuestra pequeña “final four”, nos divertíamos, ese año algunos terminábamos el instituto, se avecinaban nuevas experiencias, pero no todo iba a ser camino de rosas en el futuro….

AMISTOSO CONTRA JUGOPLASTIKA.


Mañana disputamos nuestro segundo partido amistoso, en este caso el equipo a batir será la Jugoplastika.

Veremos como se han reforzado, hay muchas ganas por ver el nivel de ambos equipos y parece ser que volverá Menaya después de no sabemos cuanto tiempo con su tobillo maltrecho.

Como ya todos sabemos, mañana martes de 21:30 a 23:00.

jueves, 7 de octubre de 2010

Vaya crack.


Bueno visto que por ahora somos incapaces de incorporar a un ala-pivot, pivot de garantias, creo que este va a ser el mejor fichaje de este año.

Es un autentico crack, y esta temporada lo va a demostrar.

HISTORIA DE UN GRUPO. CAPITULO 1. LOS COMIENZOS


Era el año 1991, y acababa de abandonar el pueblo donde me había criado, Lora del Rio, para mudarme a Sevilla, por motivos laborales de mi progenitor. Allí dejaba a mis amigos de la infancia, con los cuales había crecido, que me regalaron como despedida, (realmente no fue una despedida, porque a día de hoy seguimos estando juntos), unas calzonas boomerang que aún conservo y una camiseta con la caricatura de Kevin Mchale, jugador de mis adorados celtics. Contaba con la tierna edad de 16 años.

Una nueva vida comenzaba para mi, instituto nuevo, ciudad nueva, nuevas relaciones, en una etapa de mi vida, la adolescencia, que nunca es fácil para ninguna persona. Y aterrizaba en el instituto Antonio Machado, sito en la calle Arroyo, que es donde mi madre me había matriculado. Una de mis primeras preocupaciones era donde y con quien iba a practicar mi deporte amado, el baloncesto.

Había estado jugando en el equipo de baloncesto de Lora del Rio, durante dos años, donde ocupaba la posición de escolta, aunque de un año para otro había crecido diez centímetros, con lo que ya podía decirse que tenía cierta altura. En este punto, estaba perdido, quería jugar a baloncesto y no sabía cómo, así que únicamente podía acudir a un lugar donde poder jugar con alguien, y ese era el patio del instituto, y el momento temporal adecuado: los recreos.

Allí que iba yo con mi camiseta de Mchale, esperando que alguien me dejara jugar, y partiendo del hecho que mi timidez me impedía entrar como un elefante en una cacharerría. No obstante, me acerqué a un grupo de chavales que jugaban en el patio, haciendo acto de presencia, y un tipo moreno y con pinta de típico “masca” del instituto, comienza a hacer los equipos y me indica, “eh tu, majeil, conmigo”. Ese tipo se llamaba Jose, y de apellido Menaya, y en ese grupo de chicos se encontraba otro tipo que será fundamental en esta historia, y que se llamaba Juan Antonio Arispón.

Así, más o menos, ya tenía un grupo con el que jugar todos los días al basket, y disfrutar de ese deporte, con lo cual mis comienzos sevillanos se aclaraban un poco.

En el día a día del instituto siempre había tiempo para jugar al baloncesto en los recreos, y allí nos juntábamos unos cuantos, Menaya, Juani Arispón, Ivan Espejo, Bernardino, Jesús Berlanga, y muchos más de cuyos nombres no me acuerdo, con los que jugábamos las “pachangas”, de tres contra tres, cuatro contra cuatro, dos contra dos, lo que se diese. Allí comenzaron relaciones personales que a fecha de hoy aún perduran, y se iba creando una especie de complicidad entre los pertenecientes al mundillo del basket.

No obstante una iniciativa se desarrollaba en el centro, y era crear una liga interna del instituto donde los diferentes cursos se enfrentaban entre sí. No recuerdo quien la organizó, ni cual era la estructura de la competición, ni quién la ganó. Pero si recuerdo que yo formé equipo de la clase de tercero, (no recuerdo la letra), donde jugaba entre otros con dos chavales llamados Marcos y Rodrigo. El segundo era de mi clase, y el primero era su primo, y ambos tenían un buen nivel, lo que se consideraría como “jugones”. Se jugaban partidos entre las clases y ya eran partidos de cinco contra cinco a campo entero, algo más organizado que las pachangas, donde nos enfrentábamos unos a otros. La única experiencia negativa de esa liga, es que durante un partido, dejé mi camiseta de Mchale en un banquillo y cuando volví a recogerla alguien se la había llevado. Nunca sabrá, supongo, ni le importará, lo que me dolió que me robaran esa camiseta.

Como he referido anteriormente, no recuerdo como terminó aquella liga, ni lo que duró (malditos botellones!!!), pero sí que creo que su desarrollo potenció la idea en el centro de conformar algo más serio, un equipo que representara al instituto en las ligas municipales de Sevilla. Pero esa idea no se plasmaría hasta el curso 92/93…..