Disputamos la penúltima jornada
de esta novedosa copa de Otoño contra Devils Rockets, en la planta sótano del
Pabellón de San Pablo. A las 16:30 horas del último sábado de Noviembre.
En primer lugar, felicitar a
Devils, porque con su victoria, se proclaman campeones de esta primera edición
de la Copa de Otoño. Aunque perdieran su último encuentro, tienen el basket
average particular ganado tanto con Vedruna como con nosotros, por lo que automáticamente
son campeones.
Felicitarles porque son un gran
equipo. Tienen altura, tienen tiro, tienen defensa, tienen rebote, mueven el
balón muy bien, tienen un plan de juego constante. Creo que es un equipo que si
mantiene esta plantilla pueden aspirar a subir a primera esta temporada.
El partido contra Devils fue un
tiovivo por nuestra parte, bajamos, subimos y volvimos a bajar. Presentamos una
defensa constante, que llegó a su máxima expresión entre finales del tercer
cuarto y mitad del cuarto, pero en ataque no la metemos ni en una piscina.
Devils tiene mucha altura e
intimidan mucho, y hacer puntos interiores se antoja difícil, máxime si no les
obligas a abrirse con tiro exterior. Nuestro tiro de media y larga distancia no
funcionó y nuestro ritmo de anotación fue bajo. Solo logramos meter con
asiduidad cuando defendimos lo más fuerte que pudimos y forzamos perdidas que
nos permitieron correr. Más allá de esos 7-8 minutos de heroica donde nos
pusimos a dos, después de un parcial de 16-6 a nuestro favor, nunca tuvimos el
control del encuentro que fue de Devils.
A partir de esa heroica, un
parcial de 11-3 nos devolvió a la realidad, donde intentamos meter a la
desesperada todos los triples posibles, que evidentemente no entraron.
Además perdimos la batalla del
rebote. Devils dominaba su rebote defensivo, y además dominaba el ofensivo,
donde conseguía muchas veces segundas y hasta terceras opciones (en algunas
ocasiones hasta cuartas y quintas).
Por tanto, triunfo justísimo de
Devils y justísimo campeonato para ellos.
Lo mejor: Lo mejor siempre, el
esfuerzo de todos los jugadores. Esos minutos donde parecía que podíamos
remontar el encuentro y nos quedamos realmente cerca.
Lo peor: Nuestro tiro de media y
larga distancia, no solo que fallemos, sino que nos cuesta un mundo tirar, hay
falta de confianza. El rebote defensivo, lo perdimos claramente frente al
rival.
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